Las transacciones nos permiten asegurar consistencia en nuestros datos mediante cuatro principios básicos. Estos principios proporcionan un conjunto de reglas que deben seguirse en orden para que nuestra transacción tenga éxito. Los cuatro principios ayudan a asegurar que el estado de nuestros datos es átomico, consistente, aislado y durable, sin importar el éxito o la falla de la transacción.
Las operaciones tienen éxito o fallan juntas. La transacción se considera completa si todos los pasos tienen éxito.
Las operaciones dejan la base de datos en un estado consistente. La transacción lleva la base de datos de un estado estable a otro, sin que se violen reglas antes del principio o después del final de la transacción.
Cada transacción es una entidad independiente. Una transacción no afectará ninguna otra que se ejecute al mismo tiempo.
Cada transacción es persistente en un medio confiable que no puede deshacerse por fallas del sistema. Además, si ocurre una falla del sistema en medio de una transacción éste debe deshacer los pasos completados, o deben ejecutarse los pasos no completados hasta el final de la transacción. Esto suele suceder por el uso de un registro que puede reproducirse para regresar el sistema a un estado consistente.
SQL Server, como cualquier motor de base de datos importante, proporciona soporte integrado que le permite envolver una o más consultas dentro de una transacción. Las locales (transacciones que se relacionan con una base de datos física) operan en uno de cuatro modos de transacción:
- De autoconfirmación
- Explícito
- Implícito
- De alcance del proceso por lotes
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